¿Cuál es la mejor marca de cosmética? ¿Es mejor comprar una crema cara que una más asequible? Tengo 30 años, creo que debería comenzar a cuidarme. He leído que la crema X es buenísima, creo que la voy a probar.
Cuando comenzamos a comprar cosmética nos hacemos muchas preguntas que no siempre obtienen respuesta o, por lo menos, no una respuesta que encaje con nosotros. Y al final, probamos y probamos y muchas veces al tuntún.
Si de niños hemos tenido problemas con la piel, como una dermatitis atópica, posiblemente nos hayan untado con mil y una cremas y/o tratamientos hasta dar con el idóneo. Si, por el contrario, nuestra piel no ha tenido “contratiempos” quizá nuestros progenitores hayan utilizado alguna crema de marca archiconocida para bebés o quizá, ninguna. O sí… puede que hayan estado investigando entre las opciones más “eco” y se hayan decantado por estos productos que cada vez está más en boga. Lo que seguro que no nos ha faltado es el protector solar, aunque es probable que solo para ir a la playa o la piscina.
Por suerte, hoy en día, somos cada vez más conscientes de que solo tenemos una piel y debemos de cuidarla; pero recuerdo que cuando yo tenía unos 15 o 16 años, llevar un protector solar con “factor de protección” 5 me parecía un exceso. Sí ¡5! Yo quería la piel morena y pensaba que si me ponía mucha protección “no me iba a coger el sol”. ¡ERROR! Lo único que me cogía con SPF 5 era una “piel cangrejo” y muchas probabilidades de pelar como una cebolla. En fin, por suerte, la conciencia solar llegó al tiempo que la capa de ozono se iba destruyendo. Hoy mi protector solar tiene un índice de como mínimo 25, (aunque suelo utilizar el de 50), y me echo crema varias veces a lo largo de la jornada playera y siempre al salir del agua aunque el producto sea water-resist. A mayores, mi crema hidratante diaria lleva factor de protección y si quiero un bronceado rápido tiro de bronceador sin sol y asunto arreglado. Los actuales son más fáciles de aplicar y te dejan un color muy natural y no el zanahoria de antaño. Personalmente los que más me gustan son los de spray.
Otro hito importante llega en nuestra pubertad y es aquí cuando comenzamos a “vivir nuestra piel”. Nos salen los primeros granitos y cuando nos miramos al espejo no nos reconocemos. El médico seguro que nos ha recetado una crema específica y un tratamiento pero… pasan los años y el acné parece que se ha hecho amigo de nuestra piel y no quiere abandonarla. Mi acné llegó hasta más allá de los 30 y se juntó con otro problema ¡las primeras líneas de expresión! ¿Cómo atacar ambos problemas? Finalmente descubrí que lo que me estaba provocando acné la mayor parte del tiempo era el uso incorrecto de cosméticos, y descubrí la crema con la que no me salían granos y, al mismo tiempo, combatía las líneas de expresión.
Y llega la adolescencia y comenzamos a experimentar con la cosmética de color: esmaltes de uñas, labiales, una máscara de pestañas, un corrector para tapar esos granos, maquillaje… Problema: nos olvidamos de que lo más importante es el “lienzo”, tener la piel limpia (antes y después de maquillarnos) e hidratada y eso desemboca en problemas futuros.
Cada piel es un mundo. Lo que a una persona le puede ir genial a otra, no; por ello:
¿Cuál es la mejor marca de cosmética? La que a ti te vaya bien (la mía, ya la sabéis 😊).
¿Es mejor comprar una crema cara que una más asequible? Pues no siempre lo más caro es lo mejor. Las grandes marcas gastan mucho dinero en publicidad y esos sobrecostes los tienen que repercutir en el producto.
Tengo 30 años, creo que debería comenzar a cuidarme. Sí, nunca es tarde para comenzar con una buena rutina de cuidado facial pero cuando antes comencemos con el hábito mucho mejor ¡nuestra piel nos lo agradecerá!
He leído que la crema X es buenísima, creo que la voy a probar. Antes de probar te recomendaría que conocieras tu piel. Quizá la textura sea demasiado untuosa para tu tipo de piel o demasiado ligera. Así que una vez que hagas el análisis de tu piel, prueba hasta dar con tu crema. ¡Yo ya la he encontrado! ¿Y tú?
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